Soy un hipster comprometido: 100% FIXIE.

Si tienes menos densidad corporal que una sombrilla de daikiri, se te caen los pantalones, luces tatuajes marineros y barba de bosquimano, bigotito y/o un beanie de algodón orgánico, tu bicicleta sólo puede ser una fixie.

Las bicis de piñón fijo son el gadget de moda, sobre todo cuando son bellas, minimalistas y, si sabes lo que te conviene, monocolores. Anteriormente conocidas como la bici del repartidor, las fixies favorecen al virtuoso, porque ofrecen un control total de la máquina. Eso significa que el pedal, las ruedas y la cadena son un solo engranaje, puedes parar en seco, dar giros bruscos y brincar para subir a la acera. También ofrece la oportunidad de montar y desmontar por encima de su barra horizontal con un gesto de prima donna que levanta melenas de Copenague a Lisboa pasando por Berlín.